Yo sería feliz si al menos...

 

 Habrá quien leyendo mis post piense que todo esto de mejorar la calidad del sueño, tu ansiedad, las digestiones, etc está muy bien, pero que no le soluciona su principal problema: - David no te enrolles, lo que yo quiero es ¡sentirme feliz! - y normalmente, como la vida es realmente injusta, hay algo que te lo impide ¿verdad?. A veces será porque quieres encontrar tu media naranja, quizás el problema sea lo aburrido o estresante que es tu trabajo, conseguir más dinero o en no pocas ocasiones es un dolor o problema de salud que según parece no tiene arreglo (se que os resultará increible pero ni siquiera leyendo mi blog se puede curar todo queridos lectores) y te va a acompañar el resto de tu vida...y así ¡no hay manera de ser feliz!

Pues aquí llegan las buenas noticias. También la felicidad se puede trabajar y está al alcance de nuestra mano, pero me temo que no se producirá por conseguir esa pareja, el trabajo de nuestras vidas o eliminar todos los males, molestias y dolores de nuestro cuerpo. Seguro que todos hemos oído mil veces aquello de la felicidad al igual que la belleza está en el interior , aunque la mayoría nos lo tomamos como un simple tópico e incluso lo creemos pero sin darle muchas vueltas más. Pues es total y completamente cierto, no hay otra manera de alcanzar la felicidad y por muchas cosas que consigas si  realmente quieres conseguirla en tu propia mente es donde vas a tener que empezar a trabajar.

- Hablar es gratis, pero ¿puedes demostrarlo?-. Claro que puedo hacerlo. Lo demostraré con la lógica. Nos subimos a nuestro coche, empezamos a conducir por esa jungla urbana llena de conductores estresados y agresivos y de repente nos encontramos una furgoneta conducida por un hombre muy acelerado que considera que tenía preferencia, le estamos estorbando o cualquier nadería de esas tan habituales al volante. Ni corto ni perezoso nuestro estresado conductor empieza a pitarnos con la bocina y además para darle un poquito más de "fuerza a sus argumentos" y a grito pelado nos da recuerdos para nuestra santa madre y toda la familia.

Seguro que todos hemos vivido o presenciado una escena parecida, ¿verdad? . Algunos ante está situación deciden establecer un lazo de comunicación común con esta persona y con cuatro bocinazos y más recuerdos para su madre, se ponen como una moto, dedicándose luego a indignarse y soltarle a su copiloto un discurso sobre el sinvergüenza que se encontraron, lo mal que conducen hombres/mujeres/jóvenes/ancianos/ extranjeros o el colectivo que en este caso proceda y comienzan así en muchos casos un día de perros donde todo parece ir mal y todo les sienta mal (hasta la comida).

Sin embargo habrá quien con cara de sorpresa, decida levantar la mano apaciguadoramente (sea o no suya la culpa), piense durante tres o cuatro segundos lo nerviosa que se pone la gente al volante y ¡anda, si están poniendo mi canción favorita en la radio!, voy a subir un poco el volumen y a disfrutarla. Continuando así con el maravilloso día que había empezado ya con el aroma del café por la mañana y espera acabar mejor, porque hoy es viernes y al salir del trabajo toca una caña con los compañeros.

Las dos personas se han encontrado el mismo conductor, han sufrido los mismos bocinazos e insultos y exteriormente la situación es idéntica ¿porque uno acaba de amargarse el día y el otro se encuentra tan feliz como si nada hubiera pasado? y la lógica nos dice que sólo hay una respuesta posible: un dialogo interno muy diferente en el que cada uno ha decidido interpretar ese momento de su vida desde una perspectiva totalmente diferente. 

Alguno dirá que soy un listo, que es muy fácil ser positivo con una tontería de este tipo pero "mi grandisimo problema" sentimental, laboral, económico o de salud no tiene nada que ver con la situación que he descrito. Sin embargo la realidad es que en el mundo hay millones de personas que son felices sin pareja, con poco dinero o incluso con serios y graves problemas de salud. Pues una vez más la lógica me dice que si en idénticas situaciones hay otras personas que si consiguen tomarse las cosas con filosofía y disfrutar de la vida a pesar de esas dificultades, eso implica necesariamente que es posible y que depende de lo que yo me diga internamente al respecto cuando me ocurren.

A estas alturas espero tener ya algún lector medio convencido, pero quizás nos cueste especialmente admitirlo con el tema de la salud (y de hecho también a mi me cuesta y por eso sigo trabajando en ello) pero hay infinidad de casos en el mundo real de personas que tras sufrir una grave enfermedad o accidente con secuelas permanentes, y normalmente después de un duro periodo de adaptación a su nueva situación, no sólo consiguieron continuar disfrutando su vida si no que aprendieron a hacerlo más intensamente que antes del accidente, porque con mucho trabajo aprovecharon ese momento de crisis para crecer como personas. Os invito a echarle un vistazo a la vida por ejemplo de Michael J. Fox (el simpático protagonista de la ya mítica Regresa al Futuro).

Si lo preferís os recomiendo también un documental producido por Netflix que me impactó muy positivamente titulado "La extraordinaria historia de los Juegos Paralímpicos", en el se demuestra hasta que punto la ilusión por la vida y la motivación son fuerzas que pueden hasta con las mayores dificultades. Si alguien piensa que mejor no verlo, que le va a resultar duro y deprimente ver personas a las que por ejemplo les falta una o las dos piernas, le insisto especialmente en que le eche un vistazo, porque puedo aseguraros que estas personas te trasmiten todo lo contrario, me contagiaron optimismo y ganas de aprovechar cada instante de la vida. 

A todos los que alguna vez hayan intentado trabajar su calma interior o cambiar malos hábitos que tenemos al pensar que nos causan infelicidad, como exijirnos demasiado a nosotros mismos, a los demás o a la vida en general, seguro que les ha ocurrido que después de unos esperanzadores días de ilusión y optimismo en que todo parecía funcionar e ir mejor, de alguna manera inexplicable todo ha vuelto a su antiguo cauce y parece no haber servido para nada. Y no serán pocos los que han concluido que no pueden o quieren cambiar lo que son y que los métodos ofrecidos por la psicología, libros de autoayuda, etc son inútiles.

Amigos míos, una vez más la lógica se pone de mi parte. Millones de personas en el mundo han cambiado el rumbo que llevaba su vida, han experimentado un cambio en su carácter, su optimismo y su forma de disfrutar la vida y por lo tanto sólo podemos concluir que ¡si se puede! pero si hemos empezado en nuestra infancia o adolescencia a crear un surco o camino en nuestro cerebro que hemos seguido una y otra vez, hasta haberlo convertido en algo automático que nuestra mente hace ya sin que seamos ni conscientes de ello, no podemos pretender ahora cambiarlo en cuatro días por mucha ilusión y ganas que pongamos en ello.

- ¿Y que puedo hacer entonces para cambiar? -. Pues querido lector sólo nos queda una salida: insistir, insistir y....¿adivinas que más?....¡insistir! hasta que esta nueva forma de pensar se convierta en algo tan automático para nuestro cerebro como lo era anteriormente el pesimismo, miedo, ansiedad, etc Si alguien tiene dudas de si merece la pena intentar una y otra vez cambiar esos hábitos nocivos para nuestra mente, entonces sólo me queda plantear una última pregunta: - ¿Tienes algo mejor que hacer el resto de tu vida que disfrutarla e intentar ser feliz? -.

Y así voy dando por terminado este post a pesar de que soy consciente de que no he dicho prácticamente nada de como desarrollar esa senda hacia la felicidad, pero me temo que esa es una materia que no cabría en ningún post por largo que fuera y que cada persona debe explorar a su manera. Si me gustaría sin embargo dejar una recomendación para quienes le gustarían iniciar este proceso y no saben por donde empezar, pues a mi me han sido especialmente útiles la filosofía budista que he empezado a conocer de la mano de los maravillosos libros de un monje vietnamita llamado Tich Nhat Hanh (en su día propuesto para premio novel de la paz) o la psicología cognitiva a la que llegue a través de los sencillos y directos libros de Rafael Santandreu.

En cualquier caso siempre estoy abierto a comentarios y preguntas si alguien tiene curiosidad en profundizar un poco más en el tema y si no os invito a que indaguéis un poco en las recomendaciones que he ido dejando. Disfrutad de este maravilloso día como si fuera el último, al fin y al cabo, podría serlo 😉.

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