Sufro ansiedad (¿Y que puedo hacer yo?)
Si has leido mi primera entrada Sistema digestivo y estrés (¿Una relación tóxica?) y como me sucedió a mí has llegado a la conclusión de que tu cuerpo no soporta más tu ritmo de vida, que el estrés o la ansiedad te boicotean tus digestiones o que ese dolor que lleva martirizándote una temporada lo está produciendo una relación tóxica cuerpo-mente, seguro que están deseando saber que hacer al respecto.
Voy a contaros un poco como afronté yo el problema y creo que será la mejor guía para que cada uno pueda luego adaptarlo un poco a su caso particular, porque habrá quien este pensando: ¿que el estrés te hacía adelgazar? ¡Que suerte tío, yo me estoy poniendo como un botijo! y si me limitase a trascribir unas pautas con mi dieta para engordar, con toda la razón del mundo me enviaría a freír espárragos (o a la plancha, que todo lo frito engorda).
Pues como iba contando en mi última entrada, después de todas las pruebas habidas y por haber sin encontrarme nada orgánico pero habiendo perdido peso de forma rápida y preocupante, pude concluir que todo tenía un origen psicosomático, que eso no quería decir que estuviera loco y que no había ninguna enfermedad rara dentro de mis tripas...era hasta cierto punto un alivio pero ahora había que buscarle una solución y decidí atacar con toda la artillería pesada desde tres frentes a la vez:
- Bajar el ritmo de vida: muchas veces el trabajo, la vida familiar o las aficiones/obligaciones con que llenamos la agenda no nos dejan parar un segundo y lo que es peor, incluso cuando paramos físicamente nuestra cabeza sigue en marcha. Unas veces por delante nuestro, pensando en que vamos a hacer esa tarde, que vamos a hacer mañana o la semana que viene, otras por detrás, dándole vueltas a la discusión de ayer con mi jefe o de porqué me abandonó mi novia el mes pasado. Nuestra cabeza necesita descansar incluso más que nuestro cuerpo, es indispensable para nuestra salud mental y por tanto también para nuestro físico.
En mi caso decidí aparcar mi trabajo por una temporada y centrarme en mi salud y mi familia. Cuando después de mucho sopesarlo y negociarlo con mi mujer opté por este camino, una de las frases que más escuché fue: ¡Pues si te lo puedes permitir bien que haces! ¡Yo no puedo porque me quedo a dos velas! La respuesta es que me apreté el cinturón, que decidí prescindir de otros lujos y comodidades, que llegué a la conclusión de lo que no me podía permitir en ningún caso era perder otros diez kilos y estar cada vez más preocupado, ansioso y por añadidura más infeliz.
Con esto no digo que todo aquel que tenga ansiedad deba dejar su trabajo pero lo que debemos tener claro que si el camino que he llevado hasta ahora es el que me está creando todos estos problemas y no quiero seguir por ese camino, algo voy a tener que cambiar en mi vida y normalmente a algo voy a tener que renunciar (a cambio ganaré otras cosas mucho más importantes).
Ahora que he conseguido detenerme físicamente, ha llegado el momento de parar mi mente. Para ello le recomiendo a todo el mundo (con o sin problemas de ansiedad) que pruebe la meditación, mindfullnes, consciencia plena o como cada uno quiera llamarle, es una experiencia única y que no se puede describir con palabras el disfrute sosegado y profundo que te aporta. Más adelante me gustaría hacer una entrada describiendo algunas técnicas de relajación que a mi me van muy bien, pero por no prolongarme excesivamente y dado que si buscamos en Google nos aparecerá infinitas descripciones, videos con indicaciones para guiarnos y musiquitas, ruidos de cascadas, pajaritos cantando y todo el repertorio, prefiero no alargarme más con ello aquí.
Cuando hablo la meditación con amigos o conocidos, es muy frecuente que me digan: -Uf, ¿estar quieto sintiendo solamente como entra y sale el aire por mi nariz? yo soy incapaz de estar quieto cinco minutos. A mí eso no me funciona - y entonces yo les respondo, - Eso es que necesitas de forma seria y urgente meditar...hace tanto tiempo que no le permites a tu mente detenerse que ya no sabe como hacerlo -. ¿Y como lo hago? Pues muy sencillo, seguramente no conoces a nadie que aprendiera a conducir o escribir a ordenador a la primera y en cinco minutos, sino intentándolo una y otra vez hasta que se vuelve en algo casi automático.
La meditación además de practicar solo tiene un secreto y ¡estas de suerte!, porque yo te lo voy a contar aquí y ahora: nunca te exijas nada meditando, nunca te critiques, no te sientas mal por haberte distraído a los 30 segundos...felicítate por haber conseguido mantener tu atención durante 30 segundos. Yo sigo siendo un principiante en el tema de la meditación, pero cada vez disfruto un poco más de ello y he conseguido dar un paso muy importante en mi aprendizaje. He conseguido no caer en la autocritica cuando no me sale bien, disfrutar del tiempo que dure mi concentración en vez de frustrarme por no haber alcanzado un objetivo o una meta, así que ya sólo me queda disfrutar el resto de mi vida aprendiendo a meditar. Cuando entiendes eso, se convierte todo en gozo y alegría.
- Cortar el circulo vicioso del miedo al miedo: Este es un paso fundamental y para el que suele venir bien un poco de ayuda. Leyendo sobre el tema he podido ver que hay distintos enfoques según a la rama de la psicología que acudamos, habiendo psicólogos que recomiendan el psicoanálisis y buscar la raíz del problema, mientras que otros abogan por un enfoque puramente conductual y de exposición al miedo o por el contrario un trabajo más cognitivo para afrontar el problema.
Por mi parte como no soy psicólogo y no he probado las distintas técnicas, no quiero decir que una sea más eficaz que otra y además pienso sinceramente que en el tema de la psicología una parte fundamental para alcanzar el éxito en la terapia es que la persona y el sistema que utilice consiga conectar o llegar a ese paciente en concreto.
Dependiendo de cuanto tiempo lleves arrastrando el problema y sobre todo hasta que punto te limite en tu capacidad de actuar, puede que no te sientas con fuerzas para afrontarlo por ti mismo la situación pero si me gustaría recomendar un par de libros que puedan ayudarte a subir el primer escalón en este proceso, a conocer un poco mejor este miedo que en muchos casos nos paraliza: uno de ellos es"SOS...Tengo miedo a tener miedo" escrito por el psicólogo Roberto Aguado Romo. Me pareció un libro interesante en cuanto que analiza el miedo al miedo y los ataques de pánico de forma detallada pero un poco más farragoso o complejo de leer y aplicar para legos en la materia.
Por mi parte el libro que me sirvió de guía pata atajar el problema fue "Nada es tan terrible" del psicólogo Rafael Santandreu, que si bien mucho más conciso en el tema, puesto que además el libro no está centrado únicamente en el problema del miedo al miedo, ofrece una visión general más sencilla y una herramienta clara y fácilmente comprensible para afrontarlo y de paso trata otros temas interesantes que también pueden ayudarte a sentirte mejor.
En cualquier caso, no pretendo hacer publicidad de ningún autor o libro en concreto y estoy seguro de que hay muchos otros en el mercado sobre el tema, que cada uno elija libremente y si no le funciona que no se desanime, es encontrar la persona o técnica con la que nosotros conectemos. Además ni que decir tiene que si decides acudir a un psicólogo que te ayude en el proceso y encuentras un buen profesional, seguro que este te podrá guiar mejor incluso que cualquier libro. En mi caso comencé con decisión y muy ilusionado y en pocas semanas empece a sentir una clara mejora, a los dos meses las molestias eran sólo un pequeño miedo que pretendía asustarme cuando una comida era especialmente pesada y al poco tiempo un recuerdo.
- Dieta para recuperar peso: desde el mismo momento que empecé a afrontar mi miedo, comencé también (de forma gradual pero sistemática) a comer más, con lo cual rompía el círculo vicioso en que había caído: más ansiedad > más molestias > menos comida > menos peso y eso a su vez mayor ansiedad, etc y comenzaba así un circulo virtuoso en que mi miedo perdía fuerza, comía mejor y recuperaba peso. Seis meses después había cogido doce kilos (sin hincharme a donuts y basurilla, ¿eh? que nos conocemos...metafóricamente hablando claro) y me sentía con la cabeza mucho más centrada.
Al igual que las técnicas de relajación y para no alargarlo más, no voy a detallar aquí las pautas que seguí en mi dieta para ganar peso de forma saludable, puesto que mi objetivo era esencialmente tratar el tema de las molestias en estómago o intestino y su relación con el estrés, cuya solución creo que es muy similar y se puede trasladas a las pautas para afrontar los ataques de ansiedad que no son más que otra manifestación del mismo problema, si bien como perpetuo delgado que sé lo difícil que es coger peso para quien su metabolismo no ayuda, si cualquier persona está interesada que no dude en decírmelo y se lo hago llegar.
<a href="https://www.freepik.es/fotos/mujer">Foto de Mujer creado por freepik - www.freepik.es</a>
Me ha parecid interesant per tengo una pregunta, mi problema es mas de digestiones pesadas y sobre todo desde hace mucho tiempo suelo tener estreñimiento. esto puede ser tambien por el estres??? que puedo hacer para no estar siempre con laxantes??
ResponderEliminarGracias por tú comentario.
EliminarSin ningúna duda que el estrés puede influir en el trántiso intestinal. Muchas personas ante cualquier situación que les pone nerviosos sufren diarrea, en especial las que padecen SII (instestino irritable) o enfermedad de Crohn pero también quienes no padecen ningún trastorno, pues igualmente aunque quizás sea menos frecuente, puede generarte estreñimiento. Además cuando algo nos preocupa o vamos acelerados es bastante frecuente que no hagamos caso a las señales del cuerpo que nos pide acudir al wc, con lo cual el paso del tiempo hace que cuando finalmente nos acordemos de ir esas deposiciónes se han deshidratado más y cueste más expulsarlas.
Es un tema sobre el que tenía pensado escribir en el blog así que en cuanto tenga tiempo hare una entrada para hablar de ello más en profundidad pero de todas maneras mientras tanto voy a recomendarte tres pautas muy sencillas que creo podrían ayudarte bastante (presuponiendo que de por si llevas una dieta variada con frutas, verduras, legumbres, etc):
- cada día compra o llena una botella de 2 litros de agua y asegurate de como mínimo acabartela (siempre prestamos mucha atención a la fibra y se nos olvida que la fibra sin agua puede llegar incluso a hacerte un bonito tapón) ¡FUNDAMENTAL!
- come un kiwi maduro al desayuno y otro a la cena (que además de ayudarte con el estreñimiento te dará una buena chute de vitamina C que tu cuerpo agradecerá si le faltaba)
- coge la costumbre de una vez al día tranquilamente sentarte en la taza del inodoro y estar tranquilo 5 o 10 minutos. El mejor momento suele ser después del desayuno pero adaptalo a tus proios ritmos y horarios y si pasado ese tiempo no te entran ganas, no esperes más ni fuerces la situación...ya vendrán las ganas, pero al día siguiente vuelve a hacer lo mismo. En este tema, como en tantos otros, los hábitos son muy importantes.
Son tres consejos muy sencillos pero que se deben llevar a rajatabla todos los días, pruebalos y ya me comentarás en unos días que tal te va.
Gracias x el consejo llevo unos dias haciendol y a los dos dias ya iva mejor. Un saludo
ResponderEliminarMe gustaría conocer la dieta que seguistes. Ya que tmb estoy bajando de peso. gracias
ResponderEliminarLo primero mis disculpas por no responderte antes Cris, he tenido un problema con Blogger y no veía los comentarios pendientes de moderación.
EliminarEn cuanto la dieta, yo siempre me había alimentado de forma variada y saludable pero de cara a coger peso me centraba sobre todo en hidratos y proteinas por la creencia de que era lo saludable para coger peso y construis músculo...además las grasas estaban un poco estigmatizadas. Sin Embargo cada vez más se está comprobando que las grasas saludables son fundamentales, la proporción ideal para la salud es mayor de lo que se creía...y lo que mas nos interesa a ti y a mi, engordan ;-)
Por eso actualmente he aumentado el consumo de aceite de oliva virgen (aprox. 50 / 60 g al día) sobre todo añadiéndolo en crudo en ensaldas, cremas de verduras, todas de pan, etc también como a diario una cantidad generosa de frutos secos y semillas crudos o tostados sin sal, nunca fritos (especialmente almendras, nueces y pipas de calabaza) y para complementar estos meses me como también un aguacate diario. Sin embargo la carne la como con moderación y poco grasa, el pescado cantidades normales e intento que primen los pescados azules como sardinas, caballa, salmón, etc y bastantes legumbres y cereales integrales (avena, trigo, maiz) que me aportan proteinas e hidratos de calidad al tiempo que bastantes calorías.
Espero haberte sido de ayuda y si tienes más dudas non dudes en preguntar. Esta vez no me pasará lo mismo con los comentarios!